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Lagarto ocelado Timon lepidus


CLASIFICACIÓN

El lagarto ocelado (Timon lepidus) es un reptil que pertenece a la familia lacertidae, que incluye las lagartijas y los lagartos comunes. Se encuadra a su vez dentro del orden Squamata. Ha sido recientemente renombrado como Timon lepidus tras mucho tiempo siendo considerada parte del género Lacerta con el nombre Lacerta lepida. Se reconocen 4 subespecies:
  • Timon lepidus lepidus, Centro, Suroeste, y Noreste de la Península Ibérica, sur de Francia, Noroeste de Italia.
  • Timon lepidus iberica, Galicia, Norte de Portugal, oeste de León, noroeste de Zamora y Asturias occidental.
  • Timon lepidus nevadensis,  Sureste de la Península Ibérica.
  • Timon lepidus oteroi, Isla de Sávora, Galicia.

IDENTIFICACIÓN

Se trata de un lagarto vistoso y de gran tamaño que en ocasiones llega a los 350 g. Su longitud máxima es de 242 mm para los macho del sureste de la península. 
La cabeza es robusta, especialmente en los machos, donde supone entre el 22 y el 33% de la longitud entre el hocico y la base de la cola, en las hembras este porcentaje no supera el 25%.
El dorso está recubierto de escamas de aspecto granular y de menor tamaño que las escamas caudales y ventrales. Las escamas ventrales están imbricadas y son más anchas que largas.
Sus cuatro patas son fuertes y están dotadas de cinco dedos terminados en garra, estos presentan una sección circular. En la zona interior de las patas traseras aparecen poros femorales, que secretan ceras mediante las que marcan sus territorios. Son más evidentes en  los machos en celo que en las hembras.
En los recién nacidos la cola puede llegar a ser dos veces más larga que el cuerpo, pero en los adultos esta proporción se reduce por varios motivos: los jóvenes pierden espontáneamente anillos terminales en los primeros meses de vida, es frecuente que los adultos pierdan parte de la cola por autotomía, y que después no se regenere hasta el tamaño original.
La coloración y diseño varían con la edad y la procedencia geográfica. Como norma general, en los laterales presentan manchas azules que justifican su nombre vernáculo. Tanto la cabeza como el dorso varían desde el pardo al verde brillante. En la cabeza el color es homogéneo mientras que en el dorso suelen presentar diferentes patrones de dibujo. La garganta y el vientre son blanquecinos y sin manchas. La cola suele ser parda, salpicada de manchas  oscuras mientras que las zonas regeneradas presentan coloración homogénea.




DISTRIBUCIÓN

Su distribución abarca desde el noroeste de Italia hasta la península ibérica. Se trata de un reptil característico de las regiones de clima mediterráneo. 
En España puede ser encontrado en todas las comunidades autónomas excepto Baleares y Canarias, aunque no siempre en la misma abundancia, siendo la cornisa cantabrica su zona de menor densidad.
Es una especie que puede ser encontrada desde el nivel del mar (se ha descrito su presencia en zonas intermareales de Galicia) en toda su distribución, aunque las altitudes máximas varían significativamente entre el norte y el sur de la misma. En Sierra Nevada se conocen poblaciones por encima de los 2.400 m mientras que en los en la región alpina nunca sobrepasan los 1.200 m. En cualquier caso, no se le debe considerar un reptil de montaña, ya que las poblaciones más densas suelen encontrarse por debajo de los 1.000 m.

File:Timon lepidus - Distribution européenne.svg
Rojo: T. l. lepidus; amarillo: T. l. iberica; verde: T. l. nevadensis; punto azul: T. l. oteroi.

HÁBITAT 

La distribución del lagarto ocelado se ajusta tan bien a las condiciones climáticas mediterráneas (verano muy seco y caluroso con lluvias poco previsibles) que su límite norte ha sido propuesto como frontera del piso bioclimático mediterráneo
Este saurio está catalogado como un generalista que puede ser encontrado en hábitats muy diversos: desde zonas prácticamente desérticas como el Cabo de Gata hasta áreas en las que las precipitaciones superan los 1.500 mm al año como en la sierra de Grazalema.
Las bajas temperaturas limitan su presencia, así en el Pirineo dejan de aparecer cuando la temperatura media anual se sitúa por debajo de 6ºC. Pero una vez por encima de esos margenes la amplitud del rango de temperaturas de esta especie es muy grande.
Tampoco la cobertura vegetal supone un problema, puede vivir en zonas arboladas y a la vez ser abundante en áreas desprovistas por completo de árboles, arbustos o matorral. Puede aparecer con las mismas densidades en  zonas con suelos calizos, ácidos, en pedregales o arenales y también pueden vivir en zonas de pendientes o altitudes variadas. Ni siquiera la presión humana parece limitar su presencia. Los lagartos ocelados son por lo tanto uno de los reptiles más polivalentes y plásticos que habitan la Península Ibérica.
Aun así el lagarto ocelado tiene sus preferencias y será más abundante en zonas de ecosistema complejo que en campos de monocultivo cerealista. Aunque la cobertura vegetal no es un factor limitante, donde esta es elevada, su presencia está vinculada a la existencia de claros con rocas en los que pueda solearse. Por el contrario, la disponibilidad de refugio sí puede llegar a ser un factor limitante.
Las mayores densidades no insulares se han estimado en hasta 67 ind./ha en dehesas de encinas con matorral y roquedos de los alrededores de Monroy (Cáceres, España). Se trata  de un hábitat de estructura muy compleja.

Distribución por cuadrículas de Timon lepidus

ESTADO DE CONSERVACIÓN

Mundialmente entra en la categoría Casi Amenazado (NT). En España se considera como Vulnerable (VU) la subespecie T. l. oteroi, únicamente presente en la isla de Sávora ( A Coruña) y como Preocupación menor (LC) la subespecie nominal (T. l. lepidus). Las otras dos quedan encuadradas en la misma categoría que la población a nivel mundial.
La fama de animal dañino causó un retraso en su protección. Por ejemplo, la ley de 1980 lo incluía como uno de los pocos reptiles españoles que no merecía protección junto a los dos galápagos, la culebra bastarda, y las tres víboras. No fue hasta que se firmó el convenio de Berna que se protegió.
Parece que la regresión de la densidad de estos animales está bien documentada, y las razones que se exponen para ello son muy variadas: la urbanización del litoral, los cambios de cultivos tradicionales por la agricultura intensiva, uso de plaguididads, los cebos envenenados en cotos de caza, aumento de la frecuencia e intensidad de incendios forestales...
La captura y venta de lagartos ocelados con fines gastronómicos, una actividad casi vestigial, está restringida en la actualidad al norte de Extremadura, donde su consumo se considera tradicional. Debe tenerse en cuenta que el consumo de esta especie está más próximo a la curiosidad folclórica que a la gastronomía propiamente dicha. No supone por tanto una amenaza para una especie aún abundante en la zona.

ALIMENTACIÓN


El lagarto ocelado busca activamente sus presas (caza), y estas son eminentemente insectos; sobre todo coleópteros de tamaño comprendido entre los 12 y los 25 mm.
Sin embargo todas las poblaciones tienen de variabilidad alimenticia que depende de factores tales como la disponibilidad de recursos, la edad, tamaño y sexo de los lagartos, del periodo del año o incluso de la localización geográfica.
Son consumidores de vertebrados, si bien estos tan solo constituyen un 1% del total de presas, y de vegetales, generalmente frutos carnosos durante el verano. Tambien son carroñeros, aunque solo de forma ocasional.
Esta especie busca activamente su alimento en el suelo, de ahí la predominancia de insectos que viven en este medio en su dieta. Aunque parece que en el caso de los himenópteros, tipo de presa relativamente importante y estacional, son acechados cerca de las flores en las que liban.

REPRODUCCIÓN Y COMPORTAMIENTO

El periodo de cortejo y apareamiento ocurre durante la primavera (abril, mayo y junio), las puestas en la primera mitad del verano (segunda quincena de junio, julio y primera quincena de agosto), y los nacimientos a principios del otoño (segunda mitad de septiembre y primera de octubre). Estos datos varian regionalmente y tambien se han detectado cambios en función de las variaciones meteorológicas entre un año y otro.
Los huevos son elipsoides con una longitud entre los 16 y los 27 mm, y una anchura de 10 a 14,5 mm. Presentan gran cantidad de material de reserva y una cáscara poco calcificada y apergaminada. La eclosión se produce sincrónicamente entre 60 y  75 días tras la puesta. Antes de poner, las hembras excavan una galería cuya longitud no excede los 23 cm. Estas elijen a los machos en función de la cantidad de vitamina E en sus secreciones femorales y en la intensidad de su coloración verde.
Las hembras más pequeñas, generalmente más jóvenes, hacen puestas de entre 5 y 12 huevos, mientras que las de mayor tamaño pueden poner incluso más de 20 huevos.
Forma de cortejo
Por término medio los lagartos ocelados raramente sobrepasan los 5 años, y son machos los individuos de más edad. Alcanzar su madurez sexual tras el tercer invierno de vida cuando su tamaño es de unos 140-145 mm entre el hocico y la base de la cola. 
La tasa de mortalidad de las hembras es mayor que la de los machos, cuando aún no son maduros la relación entre ambos es casi 1:1. Sin embargo al alcanzar la maduraz sexual esta relación es casi de 2:1 a favor de los machos.
Son animales predominantemente diurnos, aunque si hace suficiente calor también pueden permanecer activos durante la noche.
Por termino medio, los lagartos del centro de la península ibérica permanecen activos entre los meses de marzo y octubre, aunque las variaciones regionales pueden ampliar o reducir este intervalo, llegando incluso a no hibernar los ejemplares del sudeste ibérico.
Establecen zonas de campeo propias o territorios mediante las secreciones femorales, tanto machos (tamaño medio: 11.000 m2) como hembras (3.750 m2).
Las interacciones intraespecificas son bastante ritualizadas, y en el caso de las luchas entre machos (que se producen fundamentalmente en la primavera, aunque se extienden todo el año) la posibilidad de que uno de ellos salga herido es muy remota.

INTERACCIÓN CON OTRAS ESPECIES

Por su considerable tamaño, por la diversidad de hábitats en el que puede encontrarse y por su amplia área de distribución, el lagarto ocelado forma parte de la dieta de la mayor parte de los depredadores ibéricos de mediano y gran tamaño, especialmente si son diurnos. Es tal su importancia que la desaparición de conejos por la mixomatosis o la hemorragia vírica parece haber afectado indirectamente a los lagartos ocelados.
En el caso de las aves los principales depredadores de lagartos ocelados serían algunas especies de rapaces diurnas que lo consumen selectivamente. Para el águila calzada (Hieraaetus pennatus) constituye el 20% de las presas, para el águila-azor perdicera (Aquila fasciata)el 14% y para el azor común (Accipiter gentilis)sobrepasa el 12%.
Atención especial merecen la culebrera europea (Circaetus gallicus) y el cernícalo común (Falco tinnunculus) ya que entre ambas puedan llegar controlar las poblaciones de lagartos ocelados.
Entre los mamíferos los principales son el meloncillo (Herpestes ichneumon) y el gato montes (Felis silvestris).
Para varias especies de serpientes, como la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) o la culebra lisa meridional (Coronella girondica) son básicos en su dieta.
Tan solo tiene dos estrategias de defensa: la huida, hasta un máximo de 50 metros hasta un refugio o la autotomía, que conlleva unos perjuicios serios para el animal (desequilibrio locomotor, pérdida de estatus social, o disminución de sus reservas energéticas).

Lagarto que recientemente a perdido la cola

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